Desaparecer es observar
Lo que se mantiene en el aire les parece increíble,
pero la mecánica puede fallar.
Lo bíblico es el gran error.
Los fenómenos que exceden la tierra
se convierten en casos especiales.
La atmósfera promete
una incomodidad natural.
La superficie, en cambio, nos puebla de sentido
en construcciones que irrumpen
entre un espacio y otro.
Más abajo las historias son millones de cajas.
Por eso, desconfiar es desaparecer.