LIBERTÉ, ÉGALITÉ, FRATERNIDAD

Nunca nos quebramos tanto como la tierra
y sólo caminamos por donde aún se une.
La historia de una altura que es anterior al cielo
vuelve a prender su luz cuando la oscuridad lo abraza.
Si un espejo es la duplicación de nuestro mismo lado
la humanidad es la multiplicación de los demás en él.
Pero es breve el reflejo cuando falta una imagen.
El tiempo es lo que llega cuando todos se van.

HOAX THE SYSTEM

Cuando nos vamos a dormir nos enfrentamos a mundos más justos y más terribles que aquél que abandonamos.
Todo puede suceder allí, donde nuestra humanidad se antepone a cualquier consecuencia,
en esa versión que no cuidamos y aun así no busca ocupar nuestro lugar.
Cuando nos despertamos, las que caminan son nuestras réplicas.
Creamos monstruos para inventar el miedo. Comenzamos todo lo que puede interrumpirse.
Somos nosotros el territorio en donde la guerra está ocurriendo.
Ni siquiera en nuestra mente se libra una batalla, sino en la estructura que hemos defendido durante toda la vida.
Somos el sitio de los descubrimientos y el que los oculta; incertidumbres que se trasladan de un lugar a otro.
Confiamos en todo lo que esperamos no tener que comprender, pero nuestras mentiras no sostienen mundos nuevos. Les temen.
Desconfiamos de los sucesos increíbles cuando se repiten en el tiempo porque nada nos asombra si ocurre más de una vez.
¿No es extraño entonces que aun así sigamos creyendo en todo lo que nunca vemos?
Visitamos los lugares que otros conquistan, tropezamos con las ruinas cuando no nos caemos.
Algunos países tienen bombas suficientes para mantener a salvo a nuestras familias de las otras.
Que nunca algún desastre sea nuestro refugio.
Tenemos miedo de quienes menos tienen, de ésos que sólo se tienen a sí mismos.
Un terror fundado en la certeza de que sólo somos lo que nos pueden quitar.
Cuando el acceso es lo único que nos legitima la falta de acceso nos expulsa.
Hay una eterna ausencia que es la nuestra, porque somos la promesa que otros cumplen.
La genética histórica nos completa, pero a todo lo que nos sobra le faltamos.
Nuevamente, el mundo de otros nos conquista.
Lo que vendrá siempre desembarca sobre lo que no comprende.
Pero el corazón es una gran corteza que para unirse sabe quebrar cualquier distancia.
Hay un mundo [...]

WE ARE SPAM

En el modo de combinar nuestras palabras hubo siempre un motivo para que recurramos a ellas:
un objetivo planeado por gente cuyo temor los ha llevado a conquistarlo todo.
Por eso, a veces, es necesario que ocurra algún suceso que cambie las dificultades de lugar y las transgreda
para ubicarlas en un sitio que logre reunirnos.
Hemos aprendido de los sistemas que creamos y desde hace tiempo comenzamos a funcionar como ellos.
Esta vez, reaccionamos como el sistema actúa, respondiéndole con sus mismas herramientas
y dedicándole los mecanismos que utiliza para convencernos.
Pero ¿cómo detenemos un sistema que nos hace caminar?
Tiempo e historia no nos pertenecen porque son los grandes términos que nunca nos completan.
Hemos construido un mundo que no cree en nosotros, pero creamos ficciones para imaginar la realidad.
¿Pueden los sistemas globales cambiar cuando son superados por las ideas individuales?
¿Qué pasaría si esas ideas simularan ser parte de ese sistema?
Cuando nuestras ideas no son convenientes, también pueden replicarse de manera masiva.
Y éstas son peligrosas cuando sólo pueden sobrevivir sin una razón práctica.
Si pensamos, somos listos.
Si insistimos, hacemos spam.
No hemos llegado hasta aquí por un template. No podemos permitir que nos prefieran preseteados.
Hay una manera de reflejarnos y no es en los demás (nuestra imagen vuelve a Él con copia oculta).
Hay un modo de perdurar y no está en las fotos. Somos el mensaje que el sistema se niega a recibir,
pero sigamos intentado porque podríamos hacerlo colapsar.
Somos los últimos de los primeros. Somos aquellos que creen en lo que no convence fácilmente a los que abundan.
Sin embargo, siempre fuimos más.
Hubo gente en este mundo que está en otras redes sociales:
el que murió afirmando que la tierra gira, la que durmió en un laboratorio para [...]

HUMAN VS USER

Siempre han existido las redes sociales, sólo que ahora nos encontramos frente a la digitalización de nuestros vínculos.
Hace tiempo que experimentamos un desapego por los demás, sin dejar de mantener un contacto fluido entre nosotros.
Las redes sociales digitales capitalizan el hecho natural de la comunicación, mediando entre nuestras palabras y las otras,
aunque muchas veces el emisor resulta ser también el destinatario, siendo el que más tiempo pasa junto a la información que está comunicando y quien suele revisitarla a diario.
La inmediatez no mejora nuestro modo de conocernos. Para ello, son necesarios el silencio, la reflexión, el tiempo.
Hoy parece un acto simple comunicarse con otros, pero ¿cuándo ha sido así?
Ningún sistema optimiza nuestros lazos, sino que los dirige, generando hábitos y dispositivos
que fusionan conceptos tan antagónicos como lo complejo y lo accesible, rumbo a la asimilación de lo incomprensible.
Los encuentros que el sistema no puede anticipar y las distancias que generamos sin motivo aparente,
viven entre las bases que se rehúsan a aceptarlo, en el cortocircuito del pacto más rebelde: la humana condición.
Somos el recurso del que se vale el medio para permanecer, a pesar de nuestra capacidad de comunicarnos,
pero no debemos olvidar que el primer contacto entre dos civilizaciones ha sido fruto de la conquista y la invasión.
Aún viajamos sobrevolando las guerras.
Si pensáramos a la Humanidad en términos informáticos, quizás sería más fácil aceptar que estamos siendo deleteados por un sistema operativo, nuestros países formateados, nuestras ideas borradas. Al descender de un avión nos estrellamos contra la realidad y, sin embargo, todo nos supone a salvo. Este mundo de cuerpos análogos y sentimientos digitales, transita ese vaivén que se extiende entre la usuarización y la humanización. La promesa del acceso es lo que convierte al humano en usuario. La [...]

RESET ART

El primer invento del hombre es el ser humano, quien tropezando con el fuego se ha inventado a sí mismo inaugurando su relación con lo que desconoce.
La luz del sol y nuestra sombra son el origen de la interacción. El hombre es el entorno del hombre y su genealogía es la suma de todos sus mundos.
Ése es el Hombre Aumentado: la primera persona del singular pensándose en plural.
Hay una naturaleza ajena a su destino haciendo de cuenta que él no está. El primer mundo de ese humano es el que inventa para poder modificar.
Nadie mejor que él conoce el tiempo, desde que el inicio de su verticalidad ha hecho que el sol lo convierta en su primer reloj.
El meridiano es una regla que raya sobre el mundo una sabia verdad.
Todos caminamos. Todos sentimos el frío y el calor.
El pensamiento es como ese meridiano si se repitiese con cada uno de nuestros pasos, es esa sucesión de líneas infinitas que nos mantienen sobre esta hoja redonda con agua y de papel.
Somos los milimétricos, los que sabemos contar, los que seguimos cayendo de la regla, pero inventamos otra.
La brevedad de nuestro paso por la historia es proporcional a la calidad coreográfica con la que nos desplazamos en el tiempo.
Inventamos un sistema operativo para luego reemplazarlo por otro. A cada reemplazo exitoso lo llamamos vanguardia y es cuando se transforma en otra cosa, justo antes de cumplir con su promesa.
¿Cuándo el Arte dejó de cuestionar al sistema? ¿Cuándo dejó de interpretarlo para aceptarlo si su capacidad consiste en excederlo?
Si el Arte funciona como un sistema operativo debe ser tratado como tal. Entonces: RESET ART.

Amanecer en el arte Post-electrónico

El Arte no contempla soluciones ni respuestas, porque es en sí perfectamente impredecible y admirablemente inútil.
Pienso en las Vanguardias, no como irrupción o contraposición con Artes anteriores, sino como un complejo sistema de reubicación,
mecanismos, que llevan a que determinadas combinaciones de habilidad e impacto (conjuntos de estilos e ideas) sean dotados de un nombre.
Éste, se nos presenta tal cual es, cuando inevitablemente se convierte en otra cosa.
Luego de un desastre natural, el paisaje puede cambiar por otro. Los árboles majestuosos son arrancados y junto con sus grandes raíces, trasplantados.
Ya no hay lugares seguros. Ante nosotros aparece todo aquello que aprenderemos a ver por primera vez.
A lo largo de la historia, el Arte se ha enamorado de los medios, intentando definir esa relación mediante un adjetivo que siempre lo sucede.
Si existiese el término “Arte Nublado” nos veríamos obligados a pensar que ese fenómeno climático tiene una incidencia tan grande sobre el mundo, que resulta inevitable que el Arte se interese por él.
Los artistas intentan aliarse con los nuevos medios y éstos inevitablemente escapan hacia otra dirección: el Arte siempre va a equivocarse y la Tecnología va a darle la razón.
No hay tecnologías sensibles, porque en ellas no está implícita de manera alguna la creación.
Es el artista quien debe prescindir de los medios para poder utilizarlos más allá de su concepción.
Tal es el afán del Arte por fundirse con su enamorado, que es capaz de envolverlo en todo tipo de variables hasta que de éste no quede rastro alguno.
Pero el Arte es un virus que opera sobre sí mismo, dada su imposibilidad de crear daños sobre el sistema por el cual se ha visto fascinado.
Por eso pienso que el Arte podrá cambiar el mundo, sólo cuando esté verdaderamente dispuesto a destruirse con él o simplemente cuando decida emanciparse de su segundo nombre.
Una vez [...]

EL ERROR ES CREACIÓN

Vivimos en un sistema que admite errores sólo cuando solucionarlos depende exclusivamente de él.
Vivimos en un sistema y en él funcionamos, a excepción de cuando hacemos Arte.
Siempre soñé con un mundo que no tema equivocarse, nunca con un mundo que ostente la razón.
En un momento histórico que privilegia la aparición de novedosos dispositivos la gente, cómodamente, se ha acostumbrado a asimilar las ideas que otros piensan por ellos, cuando en realidad el pensamiento debe ser más nuevo que la novedad.
Quienes están confiados en formar parte de una gran audiencia, creen en la asimilación de los medios tecnológicos como única manera de no quedarse atrás, ignorando que esa conducta es el peor modo de avanzar, atrasando la invención de nuestro próximo fuego.
Todo error nos perturba porque derrumba la certeza de nuestros siglos de conocimiento, pero cada vez que nos equivocamos una parte de nosotros suele darnos la razón.
Se encuentra en el error una combinación de probabilidades que eluden la función y ésa es una característica que comparte con el Arte, cuyo valor residual consiste en no ser útil, en su carencia de fines prácticos.
El error irrumpe. Los objetos fallan a propósito, obligándonos a contemplar su inherente naturaleza creativa.
La finalidad última de todo objeto es fallar porque al hacerlo se convierte en algo más completo: el resultado de lo que esperamos y de lo inesperado. Es un objeto otro, con nuevos rasgos, que transitará un camino que lo potencia.
Las cosas cuando fallan se parecen a nosotros, adquieren la condición humana. Los errores siempre vuelven a cometernos iguales.
En un mundo donde lo equivocado es pensar, el pensamiento es un deber. El error es creación.

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