Se desea la muerte cuando se pierde la confianza en el silencio.
Todos hablaban de los árboles
y siguen apareciendo.
La muerte sin sus cruces es un paisaje nuevo
que le devuelve al cielo su pálida estatura.
Hemos crecido con el peso de las campanas.
Cuando todos dormían
continuaban los ojos
abiertos como el mar.
Si la realidad contiene a la ficción, lo único real es la imaginación.
¿Cuántos mundos tendrán otros que inventar para evitar que comprendamos el nuestro?
Creer es consolidar la creación de alguien más.
El tiempo es incomprensiblemente comprobable.
Las reglas están hechas para medir las consecuencias que las reemplazan cuando se rompen.
Los genios inventan frases célebres.
Los temerarios tratan de encontrarles sentido.
Un atentado a la destrucción, eso es recordar.
Pienso, luego insisto.
Alcanzar el sufrimiento más profundo es preferible
a rozar la superficie de la felicidad que lo ha provocado.
La música es el tiempo del tiempo y el mundo es el movimiento de la música.
El criterio es lo que hace el instinto con el conocimiento.
La imaginación completa la información.
Como en un laberinto, la ausencia de otros árboles define algún camino.
Ahogarse es el mar pensando.
Un glosario está destinado a ser incompleto.
La interpretación está por encima de la definición.
El mar, ese lugar en donde todo ocurre sobre la superficie durante menos tiempo.
El mundo verdadero está detrás del mundo real.
Ni el peor error de un ser humano
puede competir con el mejor de sus espejos.
La definición es la muerte de la idea.
La singularidad de las personas no debería medirse por lo que ellos deciden presentar ante los demás, sino por lo que los aleja.
No hay mayor desacierto que pensar en la TV como una instancia de ficción.
Nadie teme a las ficciones. Por eso tantos sueñan con ellas. Se les parecen.
Las imágenes no pasan de moda, las interpretaciones de las imágenes sí.
Lo justo es mas estético que político.
Los hábitos son viejos mecanismos que interrumpen el sueño.
Cuando dejamos de ser niños, extrañamos los cuentos.
Cuando crecemos extrañamos niños mejores.
No extrañes nada que no puedas conseguir.
No hay personas que estén solas sin sentirse rodeadas.
No hay nada más interactivo que el tiempo.
Nos hablan del mundo como si no lo tuviéramos delante.
El poder es una religión concreta y sola.
¿Adonde está esa llave que abre la puerta que tengo que inventar ahora?
La pregunta no es qué hace uno con la información sino qué hace la información con uno.
Quienes tiemblan cuando el mundo pone fin a la luz
esperan que la noche regrese a salvo a todos.
Toda tarea es efectiva cuando se piensa imperfecta.
La risa es:
El lujo de los inconscientes.
La costumbre de los afortunados.
El gesto de los hipócritas.
El secreto de los animales.
El ser humano es un lenguaje en permanente estado de ficción.
Si cerramos los ojos con temor despertamos creyendo que se puede olvidar.
Imagina un laberinto y en tu mundo habrá un laberinto menos.
La soledad no es la ausencia de otros,
sino la repetición de uno mismo en los demás.